PUNTO GATILLO – SINDROME DE DOLOR MIOFASCIAL

Término muy escuchado en las consultas y utilizado en los diagnósticos clínicos de los pacientes.

 

¿Qué son los puntos gatillo (PG)?

 

Comúnmente conocidos denominados “pelotas, bultos, nódulos”.

Definidos según (Simons y cols. 1999) como una “zona hiperirritable localizada en una banda tensa de un músculo esquelético que genera dolor con la compresión, distensión, sobrecarga o contracción del tejido, que generalmente responde con un dolor referido” .

Son zonas muy localizadas en tejidos musculares o en sus inserciones tendinosas, se palpan en forma de bandas duras hipersensibles y causan dolor de origen profundo y constante que puede producir efectos de excitación a nivel del sistema nervioso central originando a menudo dolor referido hacia otras zonas.

Localizaremos un PG en una región muy circunscrita en la que solo se contraen relativamente pocas unidades motoras. Cuando son todas las fibras musculares las que se contraen se produce un acortamiento en su longitud denominado Mioespasmo.

Podemos tenerlos en cualquier parte de nuestro cuerpo pero lo más común es que se encuentren en la columna, pueden estar simétricos o asimétricos y sobretodo se encuentran en los músculos posturales.

 

 

Características más comunes:

 

Tensión a la palpación con respuesta de espasmo local (REL), debilidad del músculo y dolor a la contracción, y lo más característico del PG es que cuando exploras un punto duele en esa zona y a la vez da un dolor a distancia, llamado dolor referido, es un dolor que se irradia a diferentes partes.

Existen los llamados “mapas del dolor referido” en los que se muestran esquemas de estos puntos y las zonas de referencia de los principales músculos de la anatomía humana ya que cada PG tiene una zona de dolor referido.

 

Un PG provoca que por la tensión en la zona haya un mal flujo sanguíneo por lo que no llegan bien los nutrientes ni hay un buen drenaje de las toxinas, por tanto se produce una alta intoxicación y acidez por mal riego sanguíneo. Un músculo en este estado que trabaja mucho y no tiene buen riego acaba por ser un músculo poco eficaz que se muestra cansado y dolorido.

Suelen producirse en músculos tirantes que soportan una misma postura durante mucho tiempo y se dan sobretodo en personas nerviosas y estresadas.

 

 

Causas de los puntos gatillo.

 

La etiología exacta de los PG no está confirmada, aunque sí se sabe que influyen factores físicos, emocionales y viscerales.

Algunos autores como Travell y Simons opinan que pueden activarse por sobrecarga, esfuerzos, fatiga postural, trauma directo y enfriamiento, también se pueden activar indirectamente por otros PG, cefaleas emocionales, articulaciones artríticas y tensión generalizada.

Hay enfermedades viscerales donde los órganos que se ven afectados por diferentes alteraciones emocionales también repercuten en los músculos relacionados.

Tratamiento.

 

El más básico antiguo y a veces auto-aplicable es la inhibición por presión, consiste en una compresión del PG en un plano posteroanterior que deberás mantener durante unos 5-7 minutos 2-3 veces al día. Esta presión te reproducirá el dolor por lo que debe ser soportable, haremos  un pequeño masaje que aumenta la circulación en la zona, facilitando el riego sanguíneo y la evacuación de sustancias toxicas y produciendo una relajación de esa zona muscular.

Masaje con hielo de manera circular sobre la zona durante 5 minutos hasta conseguir una reacción contraria de calentamiento en la zona, al enfriar demasiado la zona se produce una reacción vaso-motora originando una hiperemia (aumento brusco y rápido del riego sanguíneo en la zona) veremos que se pone roja. Con el hielo bajamos el umbral del dolor y de forma refleja al aumentar el riego sanguíneo lo relajaremos.

Electroterapia analgésica y calor seco local para relajar la musculatura.

Desde la fisioterapia una técnica muy eficaz es la punción seca, se trata de una técnica invasiva en la que se aborda el PG con una aguja de acupuntura buscando relajar las fibras tensas del músculo afectado. Se suele emplear en PG bastante profundos o con un dolor muy elevado que no se consiguen relajar con la inhibición por presión. Esta técnica sólo podrá ser aplicada por un sanitario con dicha formación.

Sin duda el mejor tratamiento está en la causa, esta, a veces se encuentra en una alteración visceral que está relacionada con una determinada vertebra y tras una contractura mantenida puede verse bloqueada.

Por ejemplo: ante un SD de dolor miofascial en el piramidal, podemos encontrar un bloqueo a nivel de L5 por lo que no vale con tratar solo el PG, en esta caso con un trabajo de osteopatía se debería desbloquear esa vertebra, que a su vez está relacionada con el riñón el cual también se puede ver afectado por agotamiento debido al estrés.

 

 

Cómo podemos evitarlos.

 

Generalmente con las recomendaciones de toda la vida que poco practicamos, es decir, tratando de evitar el estrés para no favorecer la aparición de estos PG por sobre-solicitación de unos músculos y sobre-estiramiento de otros. Estirar, al menos suavemente todos los días de manera generalizada, mantener una vida relativamente activa , y sobretodo escuchar nuestro cuerpo y empezar a solucionar las leves molestias antes de que sea demasiado tarde.

 

 

Nadia Montaña Gómez 

Col Nº CL- 34-2319